Primer requisito casi imprescindible: tener una buena materia prima...
Luego se destina gran parte del presupuesto para tratar de rodar un buen videoclip, que sea diferente...
Se monta y edita el videoclip con muy buena producción, con la idea de que el producto final (el videoclip y la canción) no sólo sea diferente, sino también pegadizo, atrevido e irresistiblemente idóneo para su viralización por la red y las televisiones...
Y una vez generado el hit, sólo queda acompañarlo de un directo potente lleno de fans entregados a la causa...
Ellos son 3oh!3, y la canción se llama Don't Trust Me
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