06 agosto 2009

Hoy lo importante ya no es lo que la empresa diga de sí misma, sino lo que la gente diga de ella

Es un hecho que la revolución digital está democratizando la producción de contenidos. La Web 2.0 (YouTube, Wikipedia, la blogosfera,..) es una buena prueba de que la distinción entre «profesional» y «aficionado» está desapareciendo con rapidez.

Hoy, en los albores del siglo XXI, emerge con fuerza la figura del prosumidor, que es consumidor de información y a la vez productor de conocimiento. Un nuevo consumidor usuario de Internet que ha dejado de ser un sujeto pasivo que sólo consume lo que le ofrecen, y que ahora es proactivo e incluso participa en la creación de contenidos. Antes el consumidor era sólo receptor, pero ahora el prosumidor es receptor y emisor a la vez; consigue estar al otro lado de la barrera y no sólo se informa, también informa.

Es la profesionalización del consumidor (o amateurización de la cultura, según se mire) que por si solo se transforma en un medio de comunicación activo y poderoso: interactúa, conversa, opina y recomienda sobre lo que le gusta, y más aún lo que no le gusta.

Como por ejemplo este prosumidor llamado Pat Lee, que harto del pésimo servicio que recibe en su iPhone por parte de la operadora AT&T, decidió crear su propio vídeo publicitario en el que nos anima a todos a decirle a Apple que rompa el contrato de exclusividad que tiene con AT&T para el iPhone.



De momento puede estar tranquila AT&T porque hasta hoy este vídeo de guerrilla de Pat Lee “sólo” alcanza unas 36.000 visitas en YouTube. Pero más le vale a las empresas ir espabilando en su relación con los nuevos consumidores, porque ahora, con Internet, es el cliente quien realmente define dónde está el valor de un producto y no la compañía, como ocurría antes.

Piensa sino en tu propia experiencia como consumidor: a la hora de elegir un producto o servicio (como por ejemplo comprarte un coche nuevo o escoger una casa rural para el fin de semana) tiene para ti mucha más credibilidad las recomendaciones de otros usuarios de Internet ubicados en el mismo nivel que tú, que lo que diga un anuncio publicitario de la propia compañía basado en tratar de convencerte de que compres su producto/servicio. Hoy tu elección de compra sobre un determinado producto ya no es tanto por la publicidad convencional (cada vez menos creíble), sino más bien por lo que otros consumidores digan de él en las redes sociales y foros de Internet.

En resumidas cuentas, la influencia más determinante en materia de acto de compra empieza a provenir de la relación consumidor-consumidor, y no tanto de marketer-consumidor. Y es que los internautas se están convirtiendo en los mejores consumidores y comunicadores de las bondades (y perversidades) de los productos de las compañías. O dicho de otra manera: lo importante no es tanto lo que la empresa diga de si misma, como lo que la gente diga de ella.

No hay comentarios :

 
Google Analytics Alternative