Adam Smith, el fundador de la economía clásica, estaba equivocado cuando afirmó que sólo los humanos tenemos tendencia al intercambio monetario.
Resulta que hace unos años que un profesor de economía en Yale, Keith Chen, y una psicóloga, Laurie Santos, llevaron a cabo un programa de investigación con un grupo de monos capuchinos al que enseñaron a utilizar el dinero.
Estos monos capuchinos, cuya rama evolutiva se separó de la nuestra hace 35 millones de años, aprendieron a comprar comida mediante dinero, entregando monedas a los investigadores para a cambio obtener golosinas y uvas. Así pues, los monos pueden razonar sobre símbolos como el dinero.
Pero lo más fascinante que se descubrió con este experimento monkeynomics es que al parecer estos monos se comportan con el dinero igual que las personas, con los mismos resortes psicológicos que actúan en los humanos, conduciéndose por intuiciones y prejuicios idénticos a los nuestros.
Así, estos monos capuchinos toman las mismas decisiones económicas de transitividad que tomamos las personas: tienen sus preferencias de compra y, al igual que nosotros, responden racionalmente ante los cambios de precios.
De hecho los monos capuchinos cometen los mismos errores financieros que cometen los inversores de Bolsa, banqueros, especuladores y demás parentela. Resulta que midiendo el riesgo estos monos son igual de irracionales que los humanos: a unos y a otros 1+0 nos hace sentirnos mejor que 2-1, aunque el resultado sea 1 de cualquiera de las dos maneras.
Y como no podía ser de otra forma, los monos capuchinos caen en nuestros mismos males y vicios, a saber: son capaces de robar dinero para luego poder comprar, e incluso están dispuestos a prostituirse por dinero (en el experimentó se observó monas cobrando monedas a monos para luego comprar comida).
A la postre lo que este Monkey Business parece demostrar es que todos estos sesgos que creíamos propios del ser humano (como por ejemplo tomar decisiones racionales con el símbolo del dinero, tener preferencias de compra según precio y calidad, tener aversión a la pérdida, robar, prostituirse,…) resulta que en realidad son algo más profundo que nosotros: son de hecho propiedades de la naturaleza evolutiva.
El monkeynomics explicado por la psicóloga Laurie Santos en una reciente conferencia en TED
Ingenioso anuncio de un fondo ecológico que viene como anillo al dedo
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