05 enero 2011

"¡Es el descanso, estúpido!"


Arianna Huffington, la mujer más poderosa del mundo del periodismo online, lo tiene claro: la clave para una vida más productiva, más inspirada, más alegre es… dormir lo suficiente.

La cofundadora y editora jefe de The Huffington Post nos recuerda que, en cambio, en el hercúleo mundo de los negocios se ve con buenos ojos el “estar estresado” y no tener tiempo ni para dormir. Trabajar en exceso es algo fashion de lo que se jactan muchos dirigentes. El descanso, según este paradigma, es para vagos. "Dormir poco se ha convertido en un símbolo de virilidad", sentencia Huffington.

Y sin embargo, nadie toma decisiones brillantes cuando está cansado. En este sentido, la falta de sueño entre los dirigentes es, según Huffington, particularmente dañina. "No eres un buen líder por el hecho de tener un alto coeficiente intelectual, porque la esencia del liderazgo es ser capaz de ver el iceberg antes de chocar con el Titanic".

En efecto, si no descansas y duermes lo suficiente, pierdes la perspectiva de lo que realmente importa. Está sobradamente demostrado que a partir de cierta hora de actividad continuada, tu mente no trabaja más y mejor, sino menos y peor. Francamente, trabajar de más es estúpido. Hay que descansar y dormir los problemas para poder encontrar las mejores soluciones, las más creativas.

Tanto es así, que no son pocos los estudios que aseguran que el dormir la siesta potencia la creatividad y ayuda a mejorar la productividad (entendiendo la siesta como un breve descanso de entre 10 minutos y media hora). Como por ejemplo el estudio de la Universidad de California Berkeley que constata que con la siesta aumenta notablemente la capacidad de aprendizaje del cerebro. O el libro Take a Nap! de Sara C. Mednick que nos explica porqué dormir la siesta mantiene e incluso aumenta nuestras habilidades. O el ensayo de la NASA Cockpit napping que revela que las aeronaves se pilotan mejor tras dormir una siesta.

Múltiples y diversos estudios que nos dicen que las siestas no son sólo restauradoras, también mejoran las habilidades perceptivas, las habilidades motoras, el tiempo de reacción y alerta,... Las pruebas son abrumadoras: las siestas son una poderosa fuente de ventaja competitiva.

Y pese a todas estas evidencias, todavía no he encontrado una sola empresa (salvo quizá Google) que de forma activa aliente a sus empleados a dormir la siesta durante la jornada de trabajo. ¿Y por qué no, me pregunto yo, si el dormir media hora de siesta significaría que puedes llegar a ser dos o tres veces más productivo en las siguientes tres horas de trabajo?

Por desgracia, la siesta, el sueño y el descanso difícilmente tomarán fuerza en la cultura corporativa mientras nuestros dirigentes sigan sin comprender que el valor del trabajo (la productividad) no depende tanto de las horas trabajadas como de la energía y empeño para generar resultados.

2 comentarios :

manuela dijo...

El descanso no es estúpido, claro que no. Un trabajador agotado mentalmente es un trabajador estresado, improductivo y sin ideas. Pero no creo que la solución sea dormir la siesta. ¿Quién puede echar una cabezada tranquilo sabiendo que te espera una dura tarde de trabajo? Yo apostaría más bien por una mejor organización del trabajo: menos horas y mejor aprovechadas.

AleURU dijo...

Excelente articulo, voy a poner en mi blog, com pagina amiga tu blog

 
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