17 diciembre 2011

Mentes que colaboran conectadas



Aunque la neurona es un procesador biológico muy poderoso, lo cierto es que por sí sola no conduce a nada, toda vez que necesita interactuar con otras neuronas para formar redes interconectadas capaces de procesar información y generar conocimiento. Es gracias a la interacción entre neuronas (al sistema nervioso) que emerge el pensamiento cognitivo, las emociones, las motivaciones,... la conciencia. 

Al igual que hacen las neuronas, los humanos también interactuamos entre nosotros, hasta incluso empezar a engendrar ahora una especie de suprasistema nervioso a un nivel superior: Internet. Aquí la web social (la web 2.0 y las redes sociales) es el nuevo cableado sináptico que posibilita a las personas estar conectadas y compartir información.

De esta red de redes emerge una sabiduría colectiva que es mucho mayor que la de los componentes individuales. No en vano, el intercambio de información permite que las ideas se retroalimenten, se refuercen y mejoren. Por eso es que las redes colaborativas producen mejores ideas (desecha las ideas estúpidas y aumenta las buenas) y hacen mejor el trabajo, además de aportar conocimiento a todos los integrantes.  

El mensaje para las empresas es claro: dirigir una empresa hoy es preocuparse menos por los viejos procesos de alienación y control, y focalizarse más en lo relacional, en las telarañas de relaciones que puedan crear todas las personas implicadas con la empresa (empleados, directivos, clientes, proveedores, accionistas,...).

Ya lo dijo Fernando Egido (@fegido): “El éxito de la empresa del futuro estará basado en E=mc2, es decir, Éxito = Mentes que Colaboran Conectadas”.
 
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