Escuchar al cliente permite entender qué es lo que en verdad quiere, qué opina sobre tus productos o servicios y qué es lo que le gusta o no le gusta.
Pero saber escuchar al cliente (actual y potencial) va más allá de averiguar qué es lo que necesita, también implica tener una atención proactiva hacia el cliente para saber de qué se queja y qué sugerencias te hace para mejorar tus productos o servicios.
Quiere esto decir que las empresas deben aprender a escuchar las críticas de su cliente, por dolorosas que sean. Más aún, deben informarle sobre los progresos
llevados a cabo para poder solucionar su problema.
En definitiva, se trata de escuchar, conversar y atender al cliente antes de que se vaya a la competencia. Porque más que nunca, los mercados son conversaciones (Manifiesto Cluetrain dixit).
En definitiva, se trata de escuchar, conversar y atender al cliente antes de que se vaya a la competencia. Porque más que nunca, los mercados son conversaciones (Manifiesto Cluetrain dixit).
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