La creatividad (encontrar una mejor manera de hacer las cosas) no es una opción, es una necesidad para sobrevivir y prosperar en este presente cada vez más incierto y competitivo que nos está tocando vivir.
El entorno actual al que nos enfrentamos es más volátil y discontinuo que nunca (incluso es disruptivo, puesto que está cambiando radicalmente nuestra manera de vivir y trabajar), lo que obliga a las personas y organizaciones a una permanente actualización para no quedar obsoletos. Sí o sí, tenemos que estar en beta permanente, probar cosas nuevas todo el tiempo, innovar continuamente, reinventarnos,... de lo contrario los ritmos de cambio de fuera superarán a los ritmos de cambio internos.
Así pues, ya no basta con ser buenos en algo en un momento determinado, ahora tenemos que ser siempre creativos para poder adaptarnos al cambio y encontrar las mejores y más rápidas soluciones a los nuevos retos que van surgiendo.
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