Brillantes reflexiones del gurú de los negocios Gary Hamel sobre el futuro del management:
"Lo que ocurre hoy en la web, no es una democracia, es una 'ideocracia': cualquier idea tiene una oportunidad y la mejor gana. ¿Por qué no introducimos esta filosofía en la gestión empresarial? En Internet ves liderazgos naturales, no son establecidos de arriba hacia abajo. En cualquier foro, los que tienen mejores ideas, añaden más valor, y al final la gente les acaba escuchando. Si queremos entender el futuro de la gestión empresarial, creo que tenemos que mirar a la revolución social que está ocurriendo ahora mismo en Internet."
"El poder de Internet radica en su capacidad de facilitar la coordinación sin los efectos invalidantes de la jerarquía y la burocracia. La Red ha evolucionado más rápidamente que cualquier otra cosa creada por los humanos (en gran parte, porque no es una jerarquía). Es todo periferia, sin centro. En este sentido, se trata de un ataque directo al modelo organizacional predominante desde el principio de la historia de la humanidad."
"Las prácticas de management que predominan en la mayoría de compañías todavía se basan en un puñado de principios obsoletos que se remontan a los albores de la revolución industrial, a saber: jerarquía, planificación y control, alineación de objetivos,... No confundamos: la aplicación diligente de estos principios de la era industrial ha sido beneficiosa para la prosperidad económica. Sin embargo, si el objetivo es crear organizaciones altamente adaptables y plenamente humanas, esos principios son insuficientes y, casi siempre, tóxicos."
"No se cuestionan aspectos fundamentales de las organizaciones. ¿Necesitamos jerarquías? ¿Necesitamos gestores? ¿Por qué la gente tiene que desplazarse a trabajar a la oficina? Son preguntas que no se suelen hacer. Las creencias actuales las hemos heredado y dado por válidas sin más. Han funcionado durante años, pero ahora las compañías tienen problemas que van más allá del modelo de objetivos. Sin duda, la estructura cambiará. La duda es quién liderará la transformación."
"Google es una pionera de primera generación: la primera compañía grande, publica, que construye su sistema de management en torno a principios basados en Internet. Mientras que otras compañías dedicadas a la Red han optado por estructuras de management más tradicionales, Google ha empleado la arquitectura social de Internet -abierta, plana, flexible y no-jerárquica- como modelo para su arquitectura de management. Este es el mayor experimento de Google, y el mundo continuará aprendiendo de él tanto si el 'rey de las búsquedas' triunfa como si hace aguas."
"Creo que los combates más encarnizados del nuevo milenio no se librarán en las líneas que separan a un competidor o un ecosistema empresarial de otro, sino en las que separan a los que desean conservar los privilegios y el poder de la clase burocrática de los que esperan crear organizaciones menos estructuradas y controladas. Richard Florida también lo cree así. En The Rise of the Creative Class lo plantea sin rodeos: 'El gran asunto en esta era que comienza es la tensión continua entre creatividad y organización'."
"El management se inventó para transformar a la gente en robots, y hemos pagado el precio. Nos han robado la imaginación, la creatividad y la pasión. Éstas son las capacidades diferenciales, y no la obediencia ni la especialización. Los gestores se preguntan: ¿cómo puedo conseguir que mis empleados contribuyan a los objetivos de negocio? Pero la pregunta debería ser: ¿cómo construyo una organización que motive a la gente a ofrecer su creatividad y pasión todos los días?."
Yo tengo muy clara la respuesta a esta última pregunta de Gary Hamel. Desde luego no vamos a conseguir lo mejor de las personas siguiendo con el modelo tradicional de trabajo autoritario y jerárquico, basado en la imposición, el control y la obediencia resignada. Ni que decir tiene que si seguimos tratando al empleado como un recurso, y no como una persona, el empleado se limitará a hacer lo elemental, sin dar lo mejor de sí mismo.
Por contra, la solución pasará inexorablemente por desarrollar compañías que se parezcan más a una comunidad de objetivos -como es Internet- que a una jerarquía. El reto es crear organizaciones más libres, más humanas, basadas en la confianza, la autogestión y el compromiso responsable de buen grado.
"Lo que ocurre hoy en la web, no es una democracia, es una 'ideocracia': cualquier idea tiene una oportunidad y la mejor gana. ¿Por qué no introducimos esta filosofía en la gestión empresarial? En Internet ves liderazgos naturales, no son establecidos de arriba hacia abajo. En cualquier foro, los que tienen mejores ideas, añaden más valor, y al final la gente les acaba escuchando. Si queremos entender el futuro de la gestión empresarial, creo que tenemos que mirar a la revolución social que está ocurriendo ahora mismo en Internet."
"El poder de Internet radica en su capacidad de facilitar la coordinación sin los efectos invalidantes de la jerarquía y la burocracia. La Red ha evolucionado más rápidamente que cualquier otra cosa creada por los humanos (en gran parte, porque no es una jerarquía). Es todo periferia, sin centro. En este sentido, se trata de un ataque directo al modelo organizacional predominante desde el principio de la historia de la humanidad."
"Las prácticas de management que predominan en la mayoría de compañías todavía se basan en un puñado de principios obsoletos que se remontan a los albores de la revolución industrial, a saber: jerarquía, planificación y control, alineación de objetivos,... No confundamos: la aplicación diligente de estos principios de la era industrial ha sido beneficiosa para la prosperidad económica. Sin embargo, si el objetivo es crear organizaciones altamente adaptables y plenamente humanas, esos principios son insuficientes y, casi siempre, tóxicos."
"No se cuestionan aspectos fundamentales de las organizaciones. ¿Necesitamos jerarquías? ¿Necesitamos gestores? ¿Por qué la gente tiene que desplazarse a trabajar a la oficina? Son preguntas que no se suelen hacer. Las creencias actuales las hemos heredado y dado por válidas sin más. Han funcionado durante años, pero ahora las compañías tienen problemas que van más allá del modelo de objetivos. Sin duda, la estructura cambiará. La duda es quién liderará la transformación."
"Google es una pionera de primera generación: la primera compañía grande, publica, que construye su sistema de management en torno a principios basados en Internet. Mientras que otras compañías dedicadas a la Red han optado por estructuras de management más tradicionales, Google ha empleado la arquitectura social de Internet -abierta, plana, flexible y no-jerárquica- como modelo para su arquitectura de management. Este es el mayor experimento de Google, y el mundo continuará aprendiendo de él tanto si el 'rey de las búsquedas' triunfa como si hace aguas."
"Creo que los combates más encarnizados del nuevo milenio no se librarán en las líneas que separan a un competidor o un ecosistema empresarial de otro, sino en las que separan a los que desean conservar los privilegios y el poder de la clase burocrática de los que esperan crear organizaciones menos estructuradas y controladas. Richard Florida también lo cree así. En The Rise of the Creative Class lo plantea sin rodeos: 'El gran asunto en esta era que comienza es la tensión continua entre creatividad y organización'."
"El management se inventó para transformar a la gente en robots, y hemos pagado el precio. Nos han robado la imaginación, la creatividad y la pasión. Éstas son las capacidades diferenciales, y no la obediencia ni la especialización. Los gestores se preguntan: ¿cómo puedo conseguir que mis empleados contribuyan a los objetivos de negocio? Pero la pregunta debería ser: ¿cómo construyo una organización que motive a la gente a ofrecer su creatividad y pasión todos los días?."
Yo tengo muy clara la respuesta a esta última pregunta de Gary Hamel. Desde luego no vamos a conseguir lo mejor de las personas siguiendo con el modelo tradicional de trabajo autoritario y jerárquico, basado en la imposición, el control y la obediencia resignada. Ni que decir tiene que si seguimos tratando al empleado como un recurso, y no como una persona, el empleado se limitará a hacer lo elemental, sin dar lo mejor de sí mismo.
Por contra, la solución pasará inexorablemente por desarrollar compañías que se parezcan más a una comunidad de objetivos -como es Internet- que a una jerarquía. El reto es crear organizaciones más libres, más humanas, basadas en la confianza, la autogestión y el compromiso responsable de buen grado.
Aquí tenemos un buen ejemplo ilustrativo de lo tóxica que puede llegar a ser una organización jerárquica tradicional
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