El coach no da consejos ni toma decisiones, sino que actúa como un espejo para que sea el propio individuo quien descubra la solución por sí mismo (por ejemplo, por mucho que te explique lo mucho que engancha jugar al golf, no lo sabrás realmente hasta que lo pruebes por tí mismo).
Con el coaching, la empresa pretende potenciar la inteligencia emocional de sus empleados para que ellos mismos aprendan a gestionar mejor las emociones propias y ajenas. Así, desarrollando la inteligencia emocional de los empleados, las empresas consiguen mejorar el trabajo en equipo, las relaciones con los clientes, la capacidad de controlar el estrés, de liderar y asimilar los cambios,...
Fácil en teoría pero muy difícil de implementar en la práctica, tal y cómo ilustra este gag humorístico de la teleserie Cámera Café. Y es que como bien dijo Jan L.A. van de Snepscheut: "En teoría, no hay diferencia entre teoría y práctica. Pero en la práctica, sí que la hay".
Con el coaching, la empresa pretende potenciar la inteligencia emocional de sus empleados para que ellos mismos aprendan a gestionar mejor las emociones propias y ajenas. Así, desarrollando la inteligencia emocional de los empleados, las empresas consiguen mejorar el trabajo en equipo, las relaciones con los clientes, la capacidad de controlar el estrés, de liderar y asimilar los cambios,...
Fácil en teoría pero muy difícil de implementar en la práctica, tal y cómo ilustra este gag humorístico de la teleserie Cámera Café. Y es que como bien dijo Jan L.A. van de Snepscheut: "En teoría, no hay diferencia entre teoría y práctica. Pero en la práctica, sí que la hay".
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