Me pagan por mí tiempo: la jornada laboral de 40 horas semanales.
Quiere esto decir que mi empresa no me paga por esas brillantes ideas que puedan surgirme fuera de horario de oficina, a pesar de que estas ideas se traduzcan luego en innovación para finalmente convertirse en nuevos productos o servicios para mi empresa.
Lo gracioso (o triste, según se mire) es que sí me pagan, en cambio, por cada minuto de mi horario laboral, aunque durante este tiempo no se me ocurra ni una sola idea decente.
La cuestión es que mis ideas no se pagan (no se valoran) si ocurren fuera de la oficina, porque al no estar físicamente en un “lugar de trabajo” se supone que no estoy trabajando. Es así de simple.
Y así de absurdo, porque lo cierto es que la productividad de mi empresa no depende tanto de mi presencia física en la oficina como de mi capacidad para generar resultados.
Y es así en la mayoría de las empresas. En las sociedades modernas, el 75% de las empresas comercia fundamentalmente con ideas, y no depende, como las viejas fábricas, de una mano de obra empleada que requiere estar presente en el mismo lugar y a la misma hora.
Y es así en la mayoría de las empresas. En las sociedades modernas, el 75% de las empresas comercia fundamentalmente con ideas, y no depende, como las viejas fábricas, de una mano de obra empleada que requiere estar presente en el mismo lugar y a la misma hora.
Entonces, ¿por qué carajo las empresas (y los sindicatos) siguen dando más importancia al presencialismo que al desempeño?
¿No sería mejor para la empresa (más productivo) que el empleado pueda hacer su contribución al trabajo cuando mejor se sienta para realizarlo? Si trabaja mejor durante la noche, que haga su tarea principal por la noche. Si piensa mejor cuando camina, entonces que salga a dar una vuelta. Si necesita la estructura de un horario de trabajo más tradicional, entonces que trabaje de 9 a 5. Al fin y al cabo, nadie sabe mejor que el propio empleado sobre cómo y cuándo ha de realizar su trabajo de la mejor manera.
Por lo tanto, ¿por qué no dejamos que los empleados establezcan sus agendas de trabajo? ¿Por qué no pagamos a las personas por su trabajo, por sus ideas, por sus resultados, en lugar de pagarles por sus horas de disposición en un centro de trabajo? Me lo expliquen...
El viejo sistema de retribución por horario otorgado dice que tus ideas fuera de horario de oficina no cuentan, por muy brillantes que sean
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