Del presencialismo a la conectividad

Hasta ayer no nos quedaba más remedio que ir a trabajar a la fábrica, porque si no era imposible llevar a cabo las tareas.

En una fábrica, el coste de trabajadores ausentes o llegando tarde es extremadamente alto. Basta con que una persona llegue tarde a la línea de ensamblaje, para tener a cientos de trabajadores parados haciendo nada, esperando que esa función se haga para que puedan trabajar.

Pero la tecnología moderna está cambiando esta regla del juego del presencialismo establecida por la disciplina industrial.

En la actualidad, en las sociedades modernas, la inmensa mayoría de las personas trabajamos con información e ideas, más que físicamente en la producción de cosas. Y compartir información e ideas es hoy un trabajo virtual que en verdad no requiere de nuestra comparecencia física.

Piensa sino en tu propia experiencia, en todas las tareas que ahora mismo realizas a través del teléfono, de tu ordenador personal, del e-mail, de Internet,... Cada vez son más las tareas que puedes hacer sin necesidad de desplazarte y reunirte físicamente. Cada vez es mayor el trabajo que bien podrías realizar desde casa o desde cualquier lugar, en horas diferentes e inconexas.

Por lo tanto, la productividad de nuestras empresas depende cada vez menos de una mano de obra que requiere estar presente en el mismo lugar y a la misma hora (como en las fábricas), y cada vez más de empleados precisos en la comunicación con los demás, de trabajadores eficaces y eficientes a la hora de interactuar con los compañeros, con los clientes, con los proveedores...

Hoy ya podemos generar excelentes resultados sin necesidad de tener que estar puntualmente presentes físicamente en un centro de trabajo 8 horas al día de lunes a viernes.

No necesitas ir a una oficina para funcionar. Lo único que hoy necesitas es un ordenador portátil con conexión a Internet. La nueva fábrica del siglo XXI es tu smartphone o tablet.

Somos mayorcitos para dar el salto del viejo presencialismo de la era industrial a la nueva conectividad de la era del conocimiento.

El futuro del trabajo es transparente, plano, competitivo y a la carta.